domingo, 17 de agosto de 2014

1000 Lágrimas

"La destrucción de su mundo era inminente. Los humanos se habían vuelto realmente crueles, y la Gran Guerra lo estaba destruyendo todo a su paso. La nieve cubría el basto valle que hacia de frontera entre una ciudad y otra. 

En años pasados, antes de la guerra, los niños jugaban alegres con la nieve y significaba el paso del verano al invierno. Sin embargo, la situación ahora era bien distinta. Tras la última batalla, las bombas habían dejado a la ciudad arrasada, y la gente que no tenia casa se moría de frío y hámbre.

Gabriel y su hermana Gaia estaban asustados. No eran más que unos adolescentes de 16 años. Sin embargo, los últimos 6 años de su vida habían sido tristes y desoladores, marcados por los continuos ataques del pais vecino a su ciudad. Y después, la muerte de sus padres, asesinados junto a sus dos hermanos pequeños, y sus tios en uno de los ataques en la boda de su prima. Se habían quedado huérfanos a los 10 años. Ahora mismo, la única familia que les quedaba era su hérmano mayor Héctor, de 23 años. ¿Pero que podían hacer tres jóvenes en una ciudad desolada por la guerra? Ya no les quedaba nada.
Su casa había sido prácticamente destruida. Las calles estaban repletas de cuerpos sin vida, y también de gente como ellos, que lo había perdido todo. De madres que habian visto morir a sus hijos, hijas y maridos, de niños pequeños que ya no tenian familia alguna que les cuidara, de padres que sostenian en sus brazos a sus hijos y les lloraban con lágrimas amargas. Porque lo peor de aquello, no era que se hubieran quedado sin viviendas, ni siquiera que no tuvieran con que alimentarse, lo peor era que habían perdido a gran parte de sus seres amados; y eso, era como estar muerto en vida. Era peor que la muerte. 

La ciudad había quedado totalmente en ruinas. No había agua potable ni alimentos en buen estado, y con ello, habían proliferado enfermedades que amenazaban con llevarse a la tumba a las pocas personas que habían logrado sobrevivir a los ataques a la ciudad. Aquello era un auténtico caos. Todo estaba en silencio.

Los tiroteos y las bombas habían cesado. 

Sin embargo, la guerra no había terminado todavía en el resto del pais. A las afueras de la ciudad se podía ver el palacio donde había residido la familia real, ahora también en ruinas. Y en lo alto del monte, cuatro horcas con los cuerpos colgantes del rey y la reina y sus dos hijos mayores.

Los tres hermanos debían huir cuanto antes. Años antes su padre había sido un político aliado del rey, y ahora, el bando opresor les buscaba para darles muerte. ¿Pero a donde podían ir? Las demás ciudades o bien estaban sitiadas por el ejército enemigo, o sino en ruinas, como la suya.
Gaia se echó a llorar. 
Las lágrimas de tristeza recorian su bello rostro para morir en el suelo. Se sentó junto a sus hermanos y los tres se abrazaron. Estaban cansados y tenian hambre y sed. También se les abrió una herida que tardaria en sanar. Una herida en su espíritu y en el alma. Y en la memoria. Recordarían toda su vida el horror de aquella guerra. Si lograban escapar para contarlo.

Y a lo lejos, un grito desgarrador cruzó los lindes de la ciudad. Parecía de una mujer. Los tres hermanos se estremecieron."

Espero que les haya gustado esta entrada. Pretendía exponer las consecuencias que tienen las guerras, y que no existen ganadores. Las guerras solo son un método para destruir.

Saludos, Laura.

Fotos sacadas de: http://images.artelista.com/artelista/obras/big/1/1/3/7819553042136162.jpg

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