lunes, 31 de marzo de 2014

El águila y el halcón

Aquí les dejo este precioso cuento sobre los indios nativos americanos, sobre la esencia del verdadero amor, escrito por el gran Jorge Bucay.

..BIOGRAFÍA..

Las obras de Jorge Bucay se han convertido en best sellers en España y en muchos países de habla hispana, como Venezuela, México, Uruguay, Costa Rica...etc Además, han sido traducidas a veintisiete lenguas.

Algunas de las más relevantes son Cartas para Claudia, Déjame que te cuente, Cuentos para pensar, Amarse con los ojos abiertos y la novela El candidato, premiada en Torrevieja en el 2006. Bucay, asimismo, ha escrito una serie de libros que él denomina “Hojas de ruta”: El camino de la autodependencia, El camino del encuentro, El camino de las lágrimas y El camino de la felicidad.

El valor de la obra literaria de Bucay es un tema discutido. Algunos críticos literarios, como Osvaldo Quiroga, consideran al autor como mediocre y elemental.

Otros sintetizan el estilo de Bucay remarcando su lenguaje coloquial comprensible y ligero, que intentaría llevar al lector a encontrar respuestas sobre el comportamiento y el razonamiento humano y ampliar los "horizontes del pensamiento" para lograr entender mejor la vida misma, cambiar la apreciación de las cosas y en consecuencia ir modificando su propia vida para lograr vivir en paz y con felicidad.


 ."El águila y el halcón".

"Cuenta una vieja leyenda de indios sioux, que una vez hasta la tienda del viejo brujo de la tribu llegaron,
tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Alta, la hija del
cacique y una de las mas hermosas mujeres de la tribu.


- Nos amamos – empezó el joven.
- Y nos vamos a casar – dijo ella.
- Y nos queremos tanto que tenemos miedo.
- Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán.
- Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos.
- Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
- Por favor – repitieron -, ¿hay algo que podamos hacer?
El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.
- Hay algo... – dijo el viejo después de una larga pausa -. Pero no se... es una tarea muy difícil y sacrificada.
- No importa – dijeron los dos.
- Lo que sea – ratificó Toro Bravo.
- Bien – dijo el brujo -, Nube Alta ¿ves el monte al norte de nuestra aldea?. Deberás escalarlo sola y sin mas
armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón mas hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas,
deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Comprendes?.


La joven asintió en silencio.


- Y tú, Toro Bravo – siguió el brujo -, deberás escalar la montaña del trueno y cuando llegues a la cima,
encontrar la mas bravía de todas las águilas y solamente con tus manos y una red deberás atraparla sin
heridas y traerla ante mi, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta... Salga ahora.

Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión
encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur...
El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que
contenían las aves solicitadas.
El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de sus bolsas. Los jóvenes hicieron y expusieron ante la
aprobación del viejo los pájaros cazados. Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su
estirpe.
¿Volaban alto? – preguntó el viejo.
- Si, sin dudas. Como lo pediste... ¿Y ahora? – preguntó el joven -. ¿Los mataremos y beberemos el honor de
sus sangre?
- No – dijo el viejo.
- Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne – propuso la joven.
- No – repitió el viejo -. Hagan lo que les digo. Tomen las aves y átenlas entre si por las patas con estas tiras
de cuero.... Cuando las hayan anudados, suéltenlas y que vuelen libres.


El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros.


El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero sólo consiguieron revolcarse en el piso. Unos minutos
después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre si hasta lastimarse.
- Este es el conjuro. Jamás olviden lo que han visto. Ustedes como un águila y un halcón, si se atan el uno al
otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán
a lastimarse uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, vuelen juntos pero jamás atados."


Saludos.. 
Laura.

2 comentarios:

  1. la verdad muy buenaaa historia para reflexionar !!! bucay es un groso ,, muy lindoooo!!!

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  2. Esta es una leyenda de la tradición, existe con muchas tribus y diferentes detalles, tiene miles de versiones y es muy muy vieja. Jorge Bucay como la mayoria de sus cuentos tampoco escribio este solo lo tomo y lo puso en un libro.

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